Los gigantes de Silicon Valley están invirtiendo en Ethereum, construyendo un imperio financiero encriptado.
En julio de 2025, un documento de la SEC causó conmoción en el círculo de la encriptación: un conocido inversor adquirió silenciosamente el 9.1% de las acciones de BitMine Immersion Technologies a través de su entidad, convirtiéndose en el mayor inversor de este tesoro de Ethereum. Tras la publicación de la noticia, el precio de las acciones de BitMine se disparó, alcanzando un aumento máximo del 29.3% durante la sesión.
Las redes sociales están en plena discusión: ¿este magnate de las inversiones ha cambiado de Bitcoin a Ethereum? ¿Está buscando replicar la estrategia de inversión de alguna empresa famosa?
La reacción del mercado no es una mera conjetura. Hace un año, este inversor cuestionaba abiertamente el futuro de Bitcoin: los inversores institucionales ya habían entrado en el juego, ¿quién más podría impulsar la próxima ola de mercado alcista? Desde Bitcoin hasta una fuerte inversión en Ethereum, ¿cuáles son realmente los planes de este multimillonario de Silicon Valley?
La ambición detrás de poseer ETH por un valor de 10 mil millones de dólares
El objetivo de BitMine no oculta nada: convertirse en un poseedor de criptomonedas empresariales de Ethereum. El 14 de julio de 2025, BitMine poseía Ethereum por un valor de 500 millones de dólares (163,142 ETH). Solo tres días después, esta cifra se duplicó a mil millones de dólares, 300,657 ETH. Incluso en el vertiginoso mundo de las criptomonedas, esta velocidad de acumulación es asombrosa.
Pero lo que este inversor tiene en mente va mucho más allá de otro tesorería corporativa. En 2023, una acción de su fondo reveló un panorama de inversión aún más amplio: invirtió 200 millones de dólares en la compra de Bitcoin y Ethereum, cada uno representando la mitad. Esta configuración en sí misma envía una señal importante: Ethereum ya está a la par con Bitcoin.
Además de este fuerte golpe de BitMine, este inversor ya ha comenzado a desplegarse silenciosamente en el ecosistema de Ethereum:
Infraestructura de transacciones: En 2021, invertí en un intercambio de criptomonedas y asumí el cargo de asesor senior.
Infraestructura de cumplimiento: Invertir en emisores de stablecoins reguladas en 2024, continuar aumentando la inversión en 2025 y participar en proyectos de infraestructura de stablecoins.
Infraestructura DeFi: En junio de 2025, liderar proyectos centrados en derivados en cadena.
Escalado de Capa-2: Inversión en soluciones de escalado. Cuando las tarifas de transacción de la red principal son elevadas, la Capa-2 es clave para hacer que DeFi sea realmente utilizable.
Bitcoin es el oro digital, mientras que Ethereum es la base del nuevo mercado financiero. Una persona cercana a este inversor reveló que, simplemente como un medio de almacenamiento de valor, poseer Bitcoin es suficiente. Pero para controlar la infraestructura financiera futura, necesitas Ethereum.
Este juicio tiene fundamento. Mientras Bitcoin aún debatía entre la función de valor de almacenamiento y la de pago, Ethereum ya se había convertido en: el principal campo de batalla de DeFi (con un valor bloqueado superior a 100 mil millones de dólares), la plataforma preferida para stablecoins (las principales stablecoins circulan principalmente en Ethereum), y la capa base para la tokenización de activos físicos.
Lo más importante es que Ethereum puede generar ingresos, algo que Bitcoin no puede hacer. La estrategia del tesoro de Ethereum de BitMine apunta precisamente a esto, permitiendo que los activos generen flujo de efectivo.
La ambición de este inversor no se detiene ahí: apoya la presentación secreta de solicitudes de IPO por parte de los intercambios, participa en la creación de un banco que sirva específicamente a las empresas de encriptación (con planes de mantener monedas estables) y controla el discurso de la industria a través de plataformas mediáticas. El panorama se vuelve cada vez más claro: ya no se contenta con simplemente poseer activos, sino que quiere controlar los canales de flujo de activos.
Desde 2014 hasta 2022 fue la era del Bitcoin para este inversor, centrado en el almacenamiento de valor y la narrativa ideológica. Después de 2023, entró oficialmente en la era de Ethereum, dedicándose a construir una infraestructura financiera realmente utilizable.
Bitcoin ganó la guerra de ideas, pero Ethereum ganará la aplicación práctica. Cuando las monedas digitales de los bancos centrales, los stablecoins empresariales y los valores tokenizados se conviertan en una realidad, es muy probable que todos funcionen en Ethereum.
A través de diversas entidades, este inversor distribuye la posesión de acciones de BitMine, no solo está invirtiendo, sino que también se está preparando para el control futuro. Si BitMine se convierte en el mayor poseedor de Ether, él se convertirá, de hecho, en el banco central en la sombra del ecosistema de Ethereum. Desde los sistemas de pago tempranos hasta Bitcoin, y luego hasta Ethereum, el sueño del imperio financiero de este inversor nunca ha cambiado, solo que las herramientas están en constante evolución.
Comenzamos a planificar cuando el Bitcoin estaba a 1000 dólares
Cuando Bitcoin aún rondaba los 1000 dólares, el fondo de este inversor ya había comenzado a acumular posiciones. Según informantes, la primera inversión alcanzó más de diez millones de dólares, lo que en ese momento se consideraba agresivo entre los inversores institucionales.
Pero su ambición no se detuvo ahí. En 2013, invirtió en un proyecto que luego desarrollaría una cierta cadena pública. Aunque el proyecto finalmente no logró sacudir a Ethereum, esta inversión expuso sus verdaderas intenciones: no quería el Bitcoin en sí, sino el próximo Bitcoin.
Más intrigante es su trayectoria de distribución:
Minería: La inversión en BitMine en 2025 es solo la última acción. Ya en 2018, participé en la financiación de una empresa de minería.
Plataforma de intercambio: Además de ser un inversor reciente en un intercambio, también es un inversor temprano en otra plataforma de intercambio principal.
Infraestructura: En 2021, cuando todos estaban persiguiendo tokens de DeFi, él invirtió en silencio en un proyecto que proporcionaba infraestructura para la red Lightning de Bitcoin.
La comprensión de este inversor sobre Bitcoin va mucho más allá de ser solo un oro digital. En abril de 2021, durante una conversación con exfuncionarios del gobierno, planteó la opinión de que Bitcoin podría usarse para debilitar la posición del dólar.
La comunidad de encriptación está en shock. Los partidarios lo critican por su posición cambiante, mientras que los opositores lo acusan de difundir teorías de conspiración. Sin embargo, al situar esta declaración dentro de su sistema de pensamiento global, la lógica se vuelve clara: Bitcoin no solo es un activo de inversión, sino también una herramienta de geopolítica. Puede tomar la iniciativa en la nueva guerra financiera.
Lo interesante es que, solo un año después, cambió de tono en la conferencia de Bitcoin, describiéndolo como un arma revolucionaria contra la política financiera de los viejos. Incluso enumeró una "lista de enemigos": incluyendo a ciertos magnates de Wall Street y gigantes de las finanzas tradicionales.
Frente a los conservadores, habla de seguridad nacional. Frente a la comunidad de encriptación, habla de revolución de la libertad. Lo que no cambia es el objetivo central: promover un nuevo orden independiente del sistema financiero tradicional. Esto precisamente muestra su característica central: usar la narrativa como arma.
Sus resultados son notables: antes del invierno cripto de 2022, liquidó a tiempo, obteniendo una ganancia de 1,800 millones de dólares; en 2023, cuando Bitcoin cayó a 30,000 dólares, nuevamente actuó, comprando 100 millones de dólares. Una clase magistral de vender alto y comprar bajo.
Detalles interesantes: En julio de 2024, cuando se lance el ETF de Bitcoin y los fondos institucionales entren en masa, él públicamente expresó su incertidumbre sobre si Bitcoin experimentará un gran aumento desde aquí. La verdadera arma, nunca será un ETF que todos puedan comprar.
Detrás de toda disposición está el sueño monetario inacabado
Al abrir la cartera de este inversor, la regla es clara: casi no invierte en DApps, no toca GameFi y solo prueba un poco con los NFT. Lo que realmente le interesa son: soluciones de escalabilidad Layer2, infraestructuras de cumplimiento, protocolos de derivados y redes de stablecoins. El protocolo es superior al producto, este es su credo de inversión.
Volvamos al año 1998, ¿cuál era la visión inicial cuando él y su socio fundaron una empresa de pagos? No era hacer una herramienta de pago, sino crear una nueva forma de moneda.
Hace diez años, antes del nacimiento de Bitcoin, ya estaba pensando en cómo revolucionar el sistema monetario. Incluso desarrollaron una aplicación que podía transmitir dinero digital a través de infrarrojos. Finalmente, debido a la presión regulatoria, se vieron obligados a transformarse en una empresa de pagos tradicional.
En 2002, esta empresa de pagos fue adquirida por 1,500 millones de dólares. Después de convertir su dinero en efectivo, lo primero que hizo fue fundar una nueva empresa de inversión, buscando sistemáticamente la próxima oportunidad de revolución monetaria. Esperó 12 años.
En 2014, cuando comenzó a investigar Bitcoin en serio por primera vez, lo que vio no fue dinero electrónico, sino un sueño no cumplido. "Vivimos en un mundo donde Bitcoin no está regulado y los átomos están regulados." En 2015, resumió así. La implicación es que, en el mundo digital, puedes construir cualquier cosa, incluyendo un nuevo sistema financiero.
En sus obras, enfatiza repetidamente: la competencia es un juego para perdedores, el monopolio es lo que puede generar beneficios extraordinarios. Las experiencias tempranas le enseñaron que establecer un monopolio financiero en el mundo tradicional es casi imposible. La regulación te aplastará, los grandes bancos te atacarán. La encriptación cambió las reglas del juego.
¿Cómo establecer un monopolio en un mundo descentralizado? La respuesta es: controlar la infraestructura más básica. Cuando todos están construyendo en Ethereum, poseer Ether equivale a cobrar alquiler. Cuando todas las transacciones requieren monedas estables, controlar el protocolo de monedas estables equivale a imprimir dinero. Cuando finalmente llegue la regulación, tener una licencia de cumplimiento será igual a tener el pase de entrada.
Él incluso financió a las figuras clave de esta revolución. En 2014, su fundación le otorgó cien mil dólares al fundador de Ethereum, que tenía 19 años, lo que lo llevó a decidir abandonar la universidad y desarrollar Ethereum a tiempo completo. En cierto sentido, él no solo invirtió en la infraestructura, sino también en las personas que construyen la infraestructura.
Esto explica por qué está apostando simultáneamente por bancos tradicionales (con licencia) y protocolos DeFi (finanzas descentralizadas); sin importar qué camino tome en el futuro, siempre será un ganador. La razón más profunda puede ser: para él, las criptomonedas no son un sistema de pago 2.0, sino lo que un sistema de pago debería ser: un verdadero sistema financiero global libre, sin control de ningún gobierno.
El imperio de la encriptación ya se ha formado
En 2025, él ya no está satisfecho con ser un tenedor pasivo de monedas. A través de BitMine, intercambios, bancos y otras entidades, está construyendo un imperio financiero encriptación completo.
Al llegar a este punto, surge una pregunta: ¿por qué es tan agresivo cuando los gigantes financieros tradicionales aún están observando? Tal vez la respuesta esté oculta en aquella frase de 2015: vivimos en un mundo donde los bits no están regulados y los átomos sí.
Para él, las criptomonedas no son solo una revolución financiera, sino la herramienta definitiva para construir un mundo de bits no regulado. Ahora es el momento de apostar.
Después de todo, como dijo su amigo, un conocido empresario: la mejor aventura es la aventura calculada. En esta última aventura de la encriptación, sus cálculos apenas han comenzado.
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WalletDetective
· 08-06 04:40
¿Has vuelto a ganar dinero?
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AirdropLicker
· 08-06 04:40
Todo dentro, ¡hacerlo y listo!
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PessimisticOracle
· 08-06 04:30
Hmm? Otro tomador de tontos.
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MEVSandwich
· 08-06 04:23
Otro tonto atrapando un cuchillo que cae en un alto.
El experto de Silicon Valley establece su estrategia en Ethereum para construir un imperio de encriptación financiera.
Los gigantes de Silicon Valley están invirtiendo en Ethereum, construyendo un imperio financiero encriptado.
En julio de 2025, un documento de la SEC causó conmoción en el círculo de la encriptación: un conocido inversor adquirió silenciosamente el 9.1% de las acciones de BitMine Immersion Technologies a través de su entidad, convirtiéndose en el mayor inversor de este tesoro de Ethereum. Tras la publicación de la noticia, el precio de las acciones de BitMine se disparó, alcanzando un aumento máximo del 29.3% durante la sesión.
Las redes sociales están en plena discusión: ¿este magnate de las inversiones ha cambiado de Bitcoin a Ethereum? ¿Está buscando replicar la estrategia de inversión de alguna empresa famosa?
La reacción del mercado no es una mera conjetura. Hace un año, este inversor cuestionaba abiertamente el futuro de Bitcoin: los inversores institucionales ya habían entrado en el juego, ¿quién más podría impulsar la próxima ola de mercado alcista? Desde Bitcoin hasta una fuerte inversión en Ethereum, ¿cuáles son realmente los planes de este multimillonario de Silicon Valley?
La ambición detrás de poseer ETH por un valor de 10 mil millones de dólares
El objetivo de BitMine no oculta nada: convertirse en un poseedor de criptomonedas empresariales de Ethereum. El 14 de julio de 2025, BitMine poseía Ethereum por un valor de 500 millones de dólares (163,142 ETH). Solo tres días después, esta cifra se duplicó a mil millones de dólares, 300,657 ETH. Incluso en el vertiginoso mundo de las criptomonedas, esta velocidad de acumulación es asombrosa.
Pero lo que este inversor tiene en mente va mucho más allá de otro tesorería corporativa. En 2023, una acción de su fondo reveló un panorama de inversión aún más amplio: invirtió 200 millones de dólares en la compra de Bitcoin y Ethereum, cada uno representando la mitad. Esta configuración en sí misma envía una señal importante: Ethereum ya está a la par con Bitcoin.
Además de este fuerte golpe de BitMine, este inversor ya ha comenzado a desplegarse silenciosamente en el ecosistema de Ethereum:
Infraestructura de transacciones: En 2021, invertí en un intercambio de criptomonedas y asumí el cargo de asesor senior.
Infraestructura de cumplimiento: Invertir en emisores de stablecoins reguladas en 2024, continuar aumentando la inversión en 2025 y participar en proyectos de infraestructura de stablecoins.
Infraestructura DeFi: En junio de 2025, liderar proyectos centrados en derivados en cadena.
Escalado de Capa-2: Inversión en soluciones de escalado. Cuando las tarifas de transacción de la red principal son elevadas, la Capa-2 es clave para hacer que DeFi sea realmente utilizable.
Bitcoin es el oro digital, mientras que Ethereum es la base del nuevo mercado financiero. Una persona cercana a este inversor reveló que, simplemente como un medio de almacenamiento de valor, poseer Bitcoin es suficiente. Pero para controlar la infraestructura financiera futura, necesitas Ethereum.
Este juicio tiene fundamento. Mientras Bitcoin aún debatía entre la función de valor de almacenamiento y la de pago, Ethereum ya se había convertido en: el principal campo de batalla de DeFi (con un valor bloqueado superior a 100 mil millones de dólares), la plataforma preferida para stablecoins (las principales stablecoins circulan principalmente en Ethereum), y la capa base para la tokenización de activos físicos.
Lo más importante es que Ethereum puede generar ingresos, algo que Bitcoin no puede hacer. La estrategia del tesoro de Ethereum de BitMine apunta precisamente a esto, permitiendo que los activos generen flujo de efectivo.
La ambición de este inversor no se detiene ahí: apoya la presentación secreta de solicitudes de IPO por parte de los intercambios, participa en la creación de un banco que sirva específicamente a las empresas de encriptación (con planes de mantener monedas estables) y controla el discurso de la industria a través de plataformas mediáticas. El panorama se vuelve cada vez más claro: ya no se contenta con simplemente poseer activos, sino que quiere controlar los canales de flujo de activos.
Desde 2014 hasta 2022 fue la era del Bitcoin para este inversor, centrado en el almacenamiento de valor y la narrativa ideológica. Después de 2023, entró oficialmente en la era de Ethereum, dedicándose a construir una infraestructura financiera realmente utilizable.
Bitcoin ganó la guerra de ideas, pero Ethereum ganará la aplicación práctica. Cuando las monedas digitales de los bancos centrales, los stablecoins empresariales y los valores tokenizados se conviertan en una realidad, es muy probable que todos funcionen en Ethereum.
A través de diversas entidades, este inversor distribuye la posesión de acciones de BitMine, no solo está invirtiendo, sino que también se está preparando para el control futuro. Si BitMine se convierte en el mayor poseedor de Ether, él se convertirá, de hecho, en el banco central en la sombra del ecosistema de Ethereum. Desde los sistemas de pago tempranos hasta Bitcoin, y luego hasta Ethereum, el sueño del imperio financiero de este inversor nunca ha cambiado, solo que las herramientas están en constante evolución.
Comenzamos a planificar cuando el Bitcoin estaba a 1000 dólares
Cuando Bitcoin aún rondaba los 1000 dólares, el fondo de este inversor ya había comenzado a acumular posiciones. Según informantes, la primera inversión alcanzó más de diez millones de dólares, lo que en ese momento se consideraba agresivo entre los inversores institucionales.
Pero su ambición no se detuvo ahí. En 2013, invirtió en un proyecto que luego desarrollaría una cierta cadena pública. Aunque el proyecto finalmente no logró sacudir a Ethereum, esta inversión expuso sus verdaderas intenciones: no quería el Bitcoin en sí, sino el próximo Bitcoin.
Más intrigante es su trayectoria de distribución:
Minería: La inversión en BitMine en 2025 es solo la última acción. Ya en 2018, participé en la financiación de una empresa de minería.
Plataforma de intercambio: Además de ser un inversor reciente en un intercambio, también es un inversor temprano en otra plataforma de intercambio principal.
Infraestructura: En 2021, cuando todos estaban persiguiendo tokens de DeFi, él invirtió en silencio en un proyecto que proporcionaba infraestructura para la red Lightning de Bitcoin.
La comprensión de este inversor sobre Bitcoin va mucho más allá de ser solo un oro digital. En abril de 2021, durante una conversación con exfuncionarios del gobierno, planteó la opinión de que Bitcoin podría usarse para debilitar la posición del dólar.
La comunidad de encriptación está en shock. Los partidarios lo critican por su posición cambiante, mientras que los opositores lo acusan de difundir teorías de conspiración. Sin embargo, al situar esta declaración dentro de su sistema de pensamiento global, la lógica se vuelve clara: Bitcoin no solo es un activo de inversión, sino también una herramienta de geopolítica. Puede tomar la iniciativa en la nueva guerra financiera.
Lo interesante es que, solo un año después, cambió de tono en la conferencia de Bitcoin, describiéndolo como un arma revolucionaria contra la política financiera de los viejos. Incluso enumeró una "lista de enemigos": incluyendo a ciertos magnates de Wall Street y gigantes de las finanzas tradicionales.
Frente a los conservadores, habla de seguridad nacional. Frente a la comunidad de encriptación, habla de revolución de la libertad. Lo que no cambia es el objetivo central: promover un nuevo orden independiente del sistema financiero tradicional. Esto precisamente muestra su característica central: usar la narrativa como arma.
Sus resultados son notables: antes del invierno cripto de 2022, liquidó a tiempo, obteniendo una ganancia de 1,800 millones de dólares; en 2023, cuando Bitcoin cayó a 30,000 dólares, nuevamente actuó, comprando 100 millones de dólares. Una clase magistral de vender alto y comprar bajo.
Detalles interesantes: En julio de 2024, cuando se lance el ETF de Bitcoin y los fondos institucionales entren en masa, él públicamente expresó su incertidumbre sobre si Bitcoin experimentará un gran aumento desde aquí. La verdadera arma, nunca será un ETF que todos puedan comprar.
Detrás de toda disposición está el sueño monetario inacabado
Al abrir la cartera de este inversor, la regla es clara: casi no invierte en DApps, no toca GameFi y solo prueba un poco con los NFT. Lo que realmente le interesa son: soluciones de escalabilidad Layer2, infraestructuras de cumplimiento, protocolos de derivados y redes de stablecoins. El protocolo es superior al producto, este es su credo de inversión.
Volvamos al año 1998, ¿cuál era la visión inicial cuando él y su socio fundaron una empresa de pagos? No era hacer una herramienta de pago, sino crear una nueva forma de moneda.
Hace diez años, antes del nacimiento de Bitcoin, ya estaba pensando en cómo revolucionar el sistema monetario. Incluso desarrollaron una aplicación que podía transmitir dinero digital a través de infrarrojos. Finalmente, debido a la presión regulatoria, se vieron obligados a transformarse en una empresa de pagos tradicional.
En 2002, esta empresa de pagos fue adquirida por 1,500 millones de dólares. Después de convertir su dinero en efectivo, lo primero que hizo fue fundar una nueva empresa de inversión, buscando sistemáticamente la próxima oportunidad de revolución monetaria. Esperó 12 años.
En 2014, cuando comenzó a investigar Bitcoin en serio por primera vez, lo que vio no fue dinero electrónico, sino un sueño no cumplido. "Vivimos en un mundo donde Bitcoin no está regulado y los átomos están regulados." En 2015, resumió así. La implicación es que, en el mundo digital, puedes construir cualquier cosa, incluyendo un nuevo sistema financiero.
En sus obras, enfatiza repetidamente: la competencia es un juego para perdedores, el monopolio es lo que puede generar beneficios extraordinarios. Las experiencias tempranas le enseñaron que establecer un monopolio financiero en el mundo tradicional es casi imposible. La regulación te aplastará, los grandes bancos te atacarán. La encriptación cambió las reglas del juego.
¿Cómo establecer un monopolio en un mundo descentralizado? La respuesta es: controlar la infraestructura más básica. Cuando todos están construyendo en Ethereum, poseer Ether equivale a cobrar alquiler. Cuando todas las transacciones requieren monedas estables, controlar el protocolo de monedas estables equivale a imprimir dinero. Cuando finalmente llegue la regulación, tener una licencia de cumplimiento será igual a tener el pase de entrada.
Él incluso financió a las figuras clave de esta revolución. En 2014, su fundación le otorgó cien mil dólares al fundador de Ethereum, que tenía 19 años, lo que lo llevó a decidir abandonar la universidad y desarrollar Ethereum a tiempo completo. En cierto sentido, él no solo invirtió en la infraestructura, sino también en las personas que construyen la infraestructura.
Esto explica por qué está apostando simultáneamente por bancos tradicionales (con licencia) y protocolos DeFi (finanzas descentralizadas); sin importar qué camino tome en el futuro, siempre será un ganador. La razón más profunda puede ser: para él, las criptomonedas no son un sistema de pago 2.0, sino lo que un sistema de pago debería ser: un verdadero sistema financiero global libre, sin control de ningún gobierno.
El imperio de la encriptación ya se ha formado
En 2025, él ya no está satisfecho con ser un tenedor pasivo de monedas. A través de BitMine, intercambios, bancos y otras entidades, está construyendo un imperio financiero encriptación completo.
Al llegar a este punto, surge una pregunta: ¿por qué es tan agresivo cuando los gigantes financieros tradicionales aún están observando? Tal vez la respuesta esté oculta en aquella frase de 2015: vivimos en un mundo donde los bits no están regulados y los átomos sí.
Para él, las criptomonedas no son solo una revolución financiera, sino la herramienta definitiva para construir un mundo de bits no regulado. Ahora es el momento de apostar.
Después de todo, como dijo su amigo, un conocido empresario: la mejor aventura es la aventura calculada. En esta última aventura de la encriptación, sus cálculos apenas han comenzado.